martes, 21 de mayo de 2019

Crotalus molossus (Cascabel cola negra)

Introducción
Crotalus molossus (Baird y Girard, 1853), llamada comúnmente “víbora de cascabel de cola negra”, es una serpiente moderadamente venenosa de la familia Viperidae, y es la única de esta familia, que habita la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (en lo sucesivo, Reserva del Pedregal). El nombre de la especie hace referencia a los bozales redondeados de los perros de cacería que son famosos en una región llamada Molossus en Epirus, Grecia. Esta especie es una de las que tiene mayor ámbito de distribución geográfica, que va desde el sur de los Estados Unidos, hasta la región central del estado de Oaxaca en México. Hasta el momento, se reconoce que la población de C. molossus se compone al menos de cuatro variedades o subespecies: C. m. molossus que se distribuye en la zona suroeste de Estados Unidos y noroeste de México; C. m. estebanensis que habita la isla de San Esteban en el Golfo de California; C. m. nigrescens distribuida en la altiplanicie central de México y en la que se incluye la variedad que habita la Reserva del Pedregal; y finalmente, C. m. oaxacus que se encuentra en la zona central de Oaxaca y Puebla (Campbell y Lamar, 2004).


Foto tomada por David Nixon
Características taxonómicas del organismo
Las serpientes de cascabel (Crotalus) son un género de la subfamilia de las víboras de foseta dentro de la familia de los vipéridos. Dos son serpientes venenosas y endémicas del continente americano, desde el sureste de Canadá al norte de Argentina. Todas las especies menos una, C. catalinensis, son fácilmente reconocibles por el característico sonido de su cascabel el cual se encuentra en la punta de la cola. No hay que confundir este género con la especie más pequeña del género Sistrurus, que también tienen un cascabel, pero no tan desarrollado. Se han reconocido 29 especies de serpientes de cascabel.
El género Crotalus, perteneciente a la familia Viperidae, es un grupo de serpientes altamente representativo en México; lo componen alrededor de 37 especies, de las cuales 34 (92%) se distribuyen en México, siendo endémicas 22 de éstas (Flores-Villela, 1993; Grismer, 2002; Alvarado-Díaz y Campbell, 2004; Campbell y Lamar, 2004; Flores-Villela y Canseco-Márquez, 2004; Campbell y Flores-Villela, 2008). Se estima que la diversidad más alta de este género está en el norte del país, en las cadenas montañosas de la sierra Madre Occidental y en el Altiplano Mexicano (Campbell y Lamar, 1989, 2004).
Los miembros de este género ocupan varios tipos de vegetación, principalmente los bosques de pino-encino y encino, el matorral xerófilo y el bosque mesófilo de montaña. Además, estas especies pueden encontrarse desde el nivel del mar hasta arriba de los 4 000 m (Campbell y Lamar, 1989, 2004).
El género Crotalus es un grupo de gran interés desde diversos puntos de vista, a pesar de estar constituido por especies que no siempre son carismáticas por ser altamente venenosas. Por ejemplo, estas especies forman parte de tramas tróficas y pueden actuar como control biológico de poblaciones de especies consideradas plaga, como las de algunos roedores (Campbell y Lamar, 2004); asimismo, culturalmente tienen o han tenido un importante uso y simbolismo, como en el caso de las culturas prehispánicas (Castellón-Huerta, 2001; Jáuregui, 2001; Taube, 2001).
Crotalus molossus oaxacus foto tomada por Elí García
Con base en la normatividad mexicana vigente (SEMARNAT, 2010), de las 34 especies de Crotalus que se distribuyen en México, 1 (C. transversus), que además es endémica, se encuentra en la categoría "en peligro de extinción"; 7, también endémicas, en la de “amenazada", y 16 en "sujeta a protección especial". Asimismo, de acuerdo con el sistema de categorización de la IUCN (2010), C. catalinensis está considerada como "critically endangered", C. pusillus como "endangered" y C. stejnegeri como "vulnerable", todas éstas, endémicas de México.


Reino
Animalia
Filo
Cordata
Clase
Reptilia
Orden
Squamata
Suborden
Serpentes
Familia
Viperidae
Genero
Crotalus
Especie
C. molussus
Baird & Girard, 1853

Sinónimo
Crotalus molussus
Crotalus mollossus
Caudisona molossus

Nombre común
-Blacktail Rattlesnake. Inglés. Estados Unidos
-Cascabel del monte. Español. El Huizache
-Cascabel serrana. Español. MÉXICO NUEVO LEÓN
-Chilladora. Español. El Huizache
-Chilladora serrana. Español. El Huizache
-Chilladora verde. Español. El Huizache
-Víbora de cascabel. Español. MÉXICO

Colección(es) de referencia
MCZ, Harvard Museum of comparative Zoology;
UMMZ, University Michigan Museum of Zoology. Division of Reptiles and Amphibians;
UTEP, the University of Texas at El Paso;
UIMNH, University of Illinois Museum of Natural History;

OMNH, Oklahoma Museum of Natural History.

Esta especie de serpiente mantiene una variación clinal moderada, principalmente de norte a sur, donde las poblaciones norteñas muestran colores más claros que las del sur. Además, suelen encontrarse poblaciones melanísticas asociadas a zonas volcánicas de rocas obscuras (Prieto y Jacobson, 1968; Best y James, 1984).

Dieta
Rattus sp.
La revisión de muestras estomacales de varios ejemplares del cascabel de cola negra colectadas en el Pedregal indica que su dieta está basada en diferentes animales vertebrados, entre los que se encuentran roedores como Rattus sp. (rata), Neotoma sp. (rata cambalachera) y Spermophilus sp. (ardillón de roca); y probablemente también Peromyscus sp.(ratón norteamericano) (Por mantener una gran abundancia), lagartijas como Sceloporus torquatus (lagartija espinosa de collar) y S. grammicus (lagartija espinosa del mezquite), así como algunas aves pequeñas. Las observaciones sugieren que los roedores constituyen la dieta principal de las serpientes adultas, mientras que en los juveniles se detecta con más frecuencia restos de lagartijas, lo cual concuerda con datos obtenidos de serpientes de esta especie en el suroeste de los Estados Unidos (Werler y Dixon, 2000).
Crotalus molossus son carnívoros. Cuando caza presas, esta especie utiliza sus órganos sensibles al calor en los lados de su cabeza para detectar el calor infrarrojo, y mueve su lengua para detectar aromas en sus alrededores. La presa es atrapada por medio de dos colmillos huecos escondidos en la parte frontal de la mandíbula superior. Al golpear, los colmillos se extienden. Una vez que los colmillos penetran en la piel del objeto de presa, las glándulas a cada lado de la cabeza liberan veneno letal en la presa. (Ernst, 1992; Klauber y McClung, 1982).

Foto tomada por D. Barreto-Oble.
Hábitat
Las serpientes de cascabel de cola negra son terrestres y ocupan pastizales, desiertos y zonas rocosas y montañosas. Crotalus molossus también se encuentra en bosques de pino y encino de gran altitud y boreal. Esta especie prefiere sitios cálidos y rocosos, como los lados de cañones o pequeños salientes en cuevas. En las elevaciones más bajas, esta especie vive en pastizales y desiertos de mezquite. Las personas que viven en flujos de lava oscura a menudo tienen una coloración más oscura que coincide con la tierra oscura. Crotalus molossus se encuentran en altitudes de 300-3,750 m. (Ernst, 1992).

Ambiente
-Macroclima
Bw: Climas muy áridos o muy secos Bs: Seco ó árido, Bs 1 (h') semi seco y cálido (García 1973). BSh (seco semicálido, INEGI, 1998). Se distribuye a una altitud de 1388 m a 1764 m.


Rango geográfico
Crotalus molossus (la serpiente de cascabel de cola negra) se encuentra en los Estados Unidos desde el oeste central y occidental de Texas a través de la mitad sur de Nuevo México, el norte y oeste de Arizona, y el sur hacia la meseta mexicana, Mesa del Sur y Oaxaca, México. También se encuentran en las islas de Tiburón y San Esteban en el Golfo de California. (Ernst, 1992).
El rango de distribución originalmente conocido para Crotalus molossus es desde el Gran Cañón, Arizona, El centro de Nuevo México, continúa hacia el Sur de Sonora, Chihuahua y Oeste de Texas hacia el Sur de Coahuila y Centro Sur de Nuevo León, y en la Isla San Esteban en el Golfo de California, (Smith & Taylor, 1945).

Centro de origen
Antecedentes del estado de la especie o de las poblaciones principales. En la colección científica de Oklahoma (OMNH) solo reportan dos C. molossus, que se recolectaron en Coahuila en 1958 a 1.0 mi de Las Vacas y en Zacatecas en el año de 1969 a 7 mil al S de la estación Tiburco, no menciona quien las recolectó, En la colección científica (MVZ), fueron recolectados un total de, 27 ejemplares desde 1937 a 1975 en los estados de Aguascalientes, Chihuahua y Sonora, por diversos herpetólogos como: Seth Benson, 1937 y 1938; Charles G Sibley, 1941; Ward C Russell, 1948, 1953; Alden Miller, 1948; Richard G Zweifel, 1953;David Taylor, 1959;C. Haskell, 1959; William Z Lidicker Jr, 1959;James D. Anderson, 1960, 1961, Michell J. Pontrelli, 1961; Peter A Jordan, 1961; Theodore Papenfuss, 1963; John W Wright, 1975. (Ramírez Bautista & Hernández Ibarra, 2004).


Importancia
-Roles de los ecosistemas
Las serpientes de cascabel de cola negra juegan el papel de ecosistema del control de roedores. Al cazar y alimentarse de roedores, la especie ayuda a controlar las poblaciones de roedores que pueden destruir los cultivos y la vegetación. (Klauber y McClung, 1982).
-Importancia económica para los humanos: positiva
Las serpientes de cascabel se han utilizado como una atracción en zoológicos y carnavales. De hecho, hay un negocio en el comercio de serpientes. El veneno de las serpientes de cascabel se utiliza en la investigación científica para producir antiveneno. Había un pequeño mercado para el aceite y la grasa de serpiente de cascabel en el pasado, principalmente para reducir la hinchazón, el alivio de dolores, contusiones y esguinces. Las pieles de serpiente de cascabel se utilizan para hacer productos de cuero como cinturones, carteras, carteras y chaquetas. En general, las serpientes de cascabel son un factor importante en el control de roedores que dañan los cultivos. (Klauber y McClung, 1982).
-Importancia económica para los humanos: Negativo
Comparación de un colmillo de Crotalus molossus que eyecta veneno (negro)
con respecto a otro ejemplar que no presenta esta posibilidad (blanco).
Tomada E. Navarrete Arauza
.
Esta especie, así como otras serpientes de cascabel, matan ganado y animales domésticos, como caballos y ganado. Estas serpientes también han mordido a los humanos, y aunque el veneno solo es levemente tóxico para los estándares de serpiente de cascabel, todavía puede causar enfermedades y posiblemente la muerte en niños pequeños o ancianos. El veneno causa hemorragia en muchos casos, y algunos síntomas de la mordedura incluyen hinchazón, equimosis del área mordida y trombocitopenia. El tratamiento típico para una mordida es antiveno. Según una estimación aproximada, hay aproximadamente 1,500 mordeduras por serpientes venenosas cada año en Estados Unidos. 1,000 o 66% de estas mordeduras son causadas por serpientes de cascabel. Solo el 3% de esas picaduras son fatales, y la tasa de mortalidad es de 0.02 por 100,000 habitantes por año. (Ernst, 1992; Klauber y McClung, 1982).
-Estado de conservación
No hay evidencia del estado de esta especie. En general, esta especie parece tener un tamaño de población estable. Sin embargo, matanzas innecesarias por miedo u odio a las serpientes corren desenfrenadas y se debe emprender una educación para asegurar un futuro estable para Crotalus molossus. (Klauber y McClung, 1982).


Factores limitantes

El cambio climático se refiere a las alteraciones del clima a causa del incremento de los gases de efecto invernadero generados por las actividades humanas. Esto produce modificaciones en los patrones de temperaturas y precipitación, siendo los más evidentes las lluvias torrenciales y las sequías extremas, lo que a su vez genera cambios en los ecosistemas y en las especies que los habitan, ya sea favoreciendo a unas o afectando a otras. Los anfibios y reptiles son muy vulnerables a este fenómeno, puesto que son muy sensibles a los agentes climáticos. Aunque en la actualidad no existe información sobre los efectos del cambio climático en las serpientes de cascabel, se cree que este fenómeno podría afectar principalmente a las poblaciones pequeñas y aisladas que no pueden migrar a otros sitios, así como a las especies con requerimientos ecológicos muy específicos y de distribución restringida. En este contexto, las serpientes de cascabel de zonas montañosas, como C. tancitarensis, C. stejnegeri y C. triseriatus, que se asocian principalmente a ambientes templados, eventualmente podrían verse afectadas a causa del aumento en la temperatura y la consecuente reducción de su hábitat. Por su parte, las especies de zonas desérticas, como C. cerastes, C. enyo y C. atrox, podrían ser más exitosas al ampliarse su hábitat, pero también podrían verse sometidas a periodos más largos de sequía y a la consecuente disminución de recursos que dificulten su supervivencia. Es posible que el cambio climático permita la llegada de especies exóticas invasoras a territorios donde antes no eran viables, pudiendo afectar a las poblaciones de cascabel y de otra fauna ahí presentes, aunque esto también podría beneficiarlas, si dichas especies les sirvieran de alimento. (Avila, 2017).

Fenología
REPRODUCCIÓN
Es en el verano cuando se han observado machos combatiendo por el acceso a las hembras fértiles. La cópula la realiza durante los meses de julio y agosto. Klauber (1972) sostiene que las hembras sexualmente maduras miden 703 mm, de LHC y los machos miden de LHC 908 mm y pesan 462 gm. Bogert y Oliver (1945) describieron el hemipene. Crotalus molossus es una especie vivípara y el tamaño de la camada es de 3 a 16 crías (Campbell y Lamar, 1989). Los machos siguen los rastros químicos de las hembras receptivas y luego intentan aparearse. El apareamiento tiene lugar en rocas o en vegetación baja. Una víbora de cascabel de cola negra masculina golpea su barbilla con la barbilla por la columna vertebral de la hembra mientras mueve su lengua sobre su piel. El macho y la hembra de la especie se aparean sexualmente. Después de que ocurre el apareamiento, el macho permanece con la hembra para protegerla de otros posibles compañeros. Basado en observaciones, Crotalus molossus tiene un sistema de apareamiento monógamo. (Greene, 1997; Klauber y McClung, 1982). La cascabel de cola negra puede vivir poco más de 15 años (Bowler, 1977).
FECUNDIDAD 
El tamaño de la camada es pequeño 3-7 (Wright y Wright 1957) (Lowe et al, 1986), o también es de 3 a 16 crías (Campbell & Lamar, 1989, Degenhardt et al., 1996). COMPORTAMIENTO 
Durante los meses fríos del invierno, esta especie hiberna bajo tierra debajo de la línea de escarcha en madrigueras de animales o grietas de roca. Las serpientes de cascabel de cola negra están activas cuando la temperatura es cálida. En la primavera y el otoño, Crotalus molossus es diurno, pero cambian a un patrón nocturno en los meses de verano debido a las temperaturas extremadamente altas. La especie se desplaza deslizándose a través de ondas horizontales, movimiento rectilíneo o movimiento lateral, dependiendo del entorno que necesiten atravesar. Pueden trepar árboles hasta alturas de 2.5-2.7 m. y también son capaces de nadar rápidamente en el agua. Crotalus molossus prefiere dormir sobre el suelo en árboles o arbustos. Después de una lluvia fresca, no es raro encontrar estas serpientes de cascabel calentándose en carreteras pavimentadas. (Ernst, 1992; Klauber y McClung, 1982).

Lecciones aprendidas 
En esta ocasión tuve la oportunidad de estudiar C.molussus, es una de las serpientes representativas en México del genero Crotalus, es importante para mi conocer sus características, distribución, sus mecanismos de supervivencia así como la importancia que se le puede dar a esta especie. Entrando un poco al tema de la materia, es un reptil que por ende, la mayoría de sus procesos dependen del medio ambiente por lo cual la climatología es una ciencia o factor muy importante para la, vida de esta especie ya sea de manera positiva o negativa, es importante conocer acerca de ella y monitorear posibles cambios ya sea en su morfología, adaptaciones, fisiología, comportamiento debido a los múltiples cambios ambientales que están ocurriendo en el planeta.

Conclusiones y recomendaciones
La serpiente de cascabel forma parte de mis animales favoritos, es un animal que me parece fascinante tanto en su morfología como en su fisiología, lo considero un animal hermoso e imponente, sin embargo nunca había investigado sobre él, conocía lo más genérico acerca de ellas, y por ende aproveche este trabajo para elegirlo como tema ya que me brindaría esa oportunidad de conocerlas más a fondo y al mismo tiempo cumplir con el trabajo, quede satisfecho con la información que adquirí no conocía la mayoría de información y también conocer los distintos mecanismos que posee C. molossus y su gran diversidad la cual me sorprendió bastante. Al igual de conocer que México es un país de gran importancia para este género y especie ya que alberga una gran cantidad de las especies totales y que además posee especies endémicas. Con toda la información que adquirí y leí puedo decir que efectivamente existe una relación entre la meteorología y estos reptiles. La relación que se le puede atribuir va mas enfocada a la temperatura y aquí es donde entramos a lo que se le llama cambio climático, si bien no se tienen estudios muy sofisticados que arrojen resultados claros de como el cambio climático afecte no solo a las víboras de cascabel si no a los reptiles en general, con las características de las cascabeles puedo argumentar que dependen mucho de las condiciones meteorológicas para su desarrollo. Son animales que ciertos procesos fisiológicos dependen del ambiente y también las condiciones climáticas afectan su comportamiento. Una descompensación en los estados meteorológicos puede modificar su hábitat natural produciendo su muerte, faltas de adaptaciones en periodos muy cortos o bien afectar a otros organismos que pueden ser su alimento. En general son animales de condiciones desérticas por lo que bajas temperaturas las afectan gravemente o también periodos de sequías extremas. Debido a estos argumentos puedo decir que la climatología tiene gran relevancia en la vida de las serpientes de cascabel y que cambios en ella produciría grandes daños.


Bibliografía
- Ávila H, (2017), Serpiente de cascabel: entre el peligro y la conservación. Ciudad de México, México. Bernardo Terroba Arechavala.
- BAIRD, S. F. Y C. GIRARD. 1853. Catalogue of North American reptiles in the Museum of the Smithsonian Institution Washington. Part I Serpents. Smithsonian Institution, Washington
- BEST, T. L. Y H. C. JAMES. 1984. Rattlesnakes (genus Crotalus) of the Pedro Armendariz lava field, New Mexico. Copeia, 1984(1): 213-215.
- BOWLER, J. K. 1977. Longevity of reptiles and amphibian in North America collections. Herpetological Circulars, (6): 1-32.
- CAMPBELL, J. Y W. LAMAR. 2004. The venomous reptiles of the Western hemisphere. Cornell University Press, Nueva York.
- Degenhardt, W. G., Painter, Ch. W. y Price, A. H. 1996. Amphibians and Reptiles of New Mexico University of New Mexico Press. Albuquerque.
- Ernst, C. 1992. Venomous Reptiles of North America. Washington and London: Smithsonian Institution.
- García, E. 1973. Modificaciones al Sistema de Clasificación Climática de Köppen. UNAM. Instituto de Geografía. México, D.F.
- Klauber, L., K. McClung. 1982. Rattlesnake. London, England: University of California Press.
- PRIETO, A. A. Y E. R. JACOBSON. 1968. A new locality for melanistic Crotalus molossus in Southern New Mexico. Herpetologica, 24(4): 339-340
- Ramírez Bautista, A. y M. C. Arizmendi. 2004. Crotalus molossus. Sistemática e historia natural de algunos anfibios y reptiles de México. Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Unidad de Biología, Tecnología y Prototipos (UBIPRO), Universidad Nacional Autónoma de México. Bases de datos SNIB-CONABIO. Proyecto W013. México. D.F.
- Smith, H. M. y Taylor, E. H. 1966. Herpetology of México. Annotated Checklist and Keys to the Amphibians and Reptiles. Maryland, USA.
-Alvarado-Díaz, J. y J. A. Campbell. 2004. A new montane rattlesnake (Viperidae) from Michoacán, México. Herpetologica 60:281-286.
-Campbell, J. A. y W. W. Lamar. 1989. The venomous reptiles of Latin America. Comstock/ Cornell University Press, Ithaca, New York. 425 p.
-Flores-Villela, O. y L. Canseco-Márquez. 2004. Nuevas especies y cambios taxonómicos para la herpetofauna de México. Acta Zoológica Mexicana (n.s.) 20:115-144.  
-McDiarmid RW, Campbell JA, Touré T. 1999. Especies de serpientes del mundo: referencias taxonómicas y geográficas, vol. 1. Herpetologists' League.

-SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales). 2010. Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, Protección ambiental – Especies nativas de México de flora y fauna silvestres – Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio – Lista de especies en riesgo. Diario Oficial de la Federación, segunda sección; 30 de diciembre: 1-78.


NOTA: Este trabajo fue realizado con base a citas por Zepeda Peña Joel Osvaldo  para un trabajo final de semestre de la materia de Climatología, en la carrera de Lic. en Ecología.  

lunes, 20 de mayo de 2019

Odocoileus hemionus (Venado Bura)

Introducción

Los venados son criaturas del nuevo mundo. Pertenecen al género Odocoileus, y reconocemos a dos especies: el venado bura, Odocoileus hemionus, y el venado cola blanca, Odocoileus virginianus (Tapia, 2006).
El origen de su nombre viene precisamente de sus orejas, que al ser casi idénticas a las de la mula, le dieron en ingles el nombre mule deer, o venado mula, venado orejas de mula (Tapia, 2006). La subespecie que habita en el desierto, Arizona-Sonora, también se le conoce como venado burro (Tapia, 2006). Originalmente, el venado bura vivía en todo casi todo el territorio de baja california. La destrucción de su hábitat por asentamientos humanos, cría de ganado y agricultura, aunados a estrategias de aprovechamiento insostenibles, lo desparecieron en todos los valles que colonizan el hombre moderno (Tapia, 2006).
El venado bura se distingue del cola blanca por tener astas en horquetas, grandes orejas semejantes a las de una mula, cola cilíndricamente blanca con la punta negra y una frente de pelo café muy oscuro (Tapia, 2006).
El bura, como acostumbramos abreviarse, es criatura tímida, nerviosa, escurridiza. Las balas de los cazadores legales e ilegales los han hecho así (Tapia, 2006). La presencia de la ganadería ya causa sus efectos; sin pasto, el suelo se erosiona con lluvia y viento, degradado el ambiente. Además, que la presencia de vaqueros, tradicionalmente armados con un .22 o 30-30 en la silla, es perenne amenaza para todos los seres vivos (Tapia, 2006).
El venado bura (Odocoileus hemionus) es una de las dos especies del género Odocoileus que se reconocen en la actualidad, la otra es el venado cola blanca (O. virginianus). La especie se caracteriza por presentar un tamaño de cuerpo entre 1300 y 2600 mm de longitud total, una cola entre 115 y 190 mm un peso de los machos de entre 64 y 114 kg y de las hembras entre 45 y 75 kg (Leopold, 1965).

Presenta una coloración café rojizo o amarillo leonado en verano o café obscuro o gris tostado en invierno. La coloración café se extiende a la cara cerca de los ojos en la parte delantera y a los lados de la nariz, el resto de la cara blanco o gris. Las astas tienen un tronco principal y las puntas son dicotómicas y del mismo tamaño. La cola es café con blanco a negro por arriba y la punta negra. Las orejas con bordes obscuros y blanco en el interior 2/3 de la longitud de la cabeza. Con fosa lacrimal profunda y glándula metatarsal mayor de 25 mm. Pueden pesar entre 70 y 150 kg (Gallina, 2011).
En los machos se presentan astas con protuberancia sub-basal corta, el tronco principal se corta hacia arriba y afuera, y las puntas son dicotómicas del mismo tamaño; la cola tiene la punta negra y con tonos que van de blanco al negro en la parte dorsal; las orejas presentan en ambos sexos bordes obscuros y miden 2/3 de la longitud de la cabeza; y presenta un escudo anal de color blanco en los cuartos traseros (Anderson & Wallmo, 1984).

Por lo que respecta al potencial económico del venado bura, al ser una especie sujeta a aprovechamiento cinegético, potencialmente es alto, y en algunos lugares como Sonora representa una de las especies con más individuos capturados. Dentro de las áreas naturales protegidas no es posible llevar a cabo esta actividad en las zonas núcleo, pero sí en las zonas de influencia y de amortiguamiento de la misma, siempre y cuando se cumplan con los requisitos que la legislación ambiental imponga (G. Sánchez Rojas y S. Gallina, 2011).
Tomada por Loremy García

Taxonomía y generalidades de posible hibridación



Reino
Animalia
Phylum
Chordata
Clase
Mamalia
Orden
Artiodactiyla
Familia
Cervidae
Genero
Odocoileus
Especie
O. hemionus

       (Rafinesque, 1817). 

El ciervo mula evolucionó aparentemente a partir del ciervo cola negra. A pesar de esto el ADN del venado cola blanca y el ciervo mula son similares, pero difieren del venado cola negra (O. hemionus) (Geist, 1998). Esto puede ser resultado de la introgresión, aunque los híbridos entre el venado bura y el venado cola blanca son raros en la naturaleza (aparentemente más comunes a nivel local al oeste de Texas), y la tasa de supervivencia de los híbridos es baja incluso en cautiverios (Heffelfinger, 2011, Geist, 1998). 



Centro de origen y distribución


Está la siguiente hipótesis: el bura proviene del venado cola blanca en dos ocasiones: en el Pleistoceno temprano ramificándose del primitivo cola blanca y desarrollándose como el venado cola negra del Oeste y en la segunda ocasión del Post-Pleistoceno, por la fusión de machos cola negra con hembras cola blanca hace 11,000 a 9,000 años. De esta manera se multiplicó, radió y se hibridizó. El bura, como nueva forma, se adaptó a climas más extremos, paisajes abiertos, divergiendo en señales etológicas y estructuras ornamentales para atraer a la pareja. La hibridación entre machos cola blanca y hembras de bura ha ocurrido, permitiendo en pocos casos una introgresión de genes de una especie en otra. Los híbridos tienen comportamiento antidepredador no funcional, por lo que son removidos por los depredadores. Sus grandes orejas son adaptaciones para detectar e identificar el peligro a grandes distancias. Otra diferencia es que el bura sí ataca al depredador en lugar de huir cuando lo tiene cerca (Geist 1998).
Llama la atención la gran cantidad de especies exóticas introducidas con fines cinegéticos y de ornato. Algunas de éstas es posible que ya no existan en Sonora, toda vez que su desaparición no es reportada a la autoridad correspondiente por tener la posibilidad de adquirir o capturar a nuevos ejemplares y sustituir a los animales muertos sin dar aviso, lo que se considera una mala práctica de manejo (UNAM, CONABIO, 2010).
Existen especies que se han convertido en exóticas a pesar de ser nativas en el estado. En esta situación están el berrendo (A. americana), el borrego cimarrón (O. candensis) y el buro o venado bura (Odocoileus hemionus). En el caso del berrendo, se están introduciendo otras subespecies diferentes a la subespecie local. Algo similar ocurre con el bisonte y el wapití. El buro y el borrego cimarrón se están introduciendo en sitios donde no están presentes de manera natural, como por ejemplo en la Isla del Tiburón, por lo que se convierten en especies exóticas para esa región (UNAM, CONABIO, 2010).
El venado bura se distribuye en la región oeste de América del Norte, de los 23° a los 60° de Latitud Norte, siendo el registro más sureño en San Luis Potosí, México (Cowan, 1956 citado por Anderson y Wallmo 1984, citado por Gallina, 2011).
El venado bura se distribuye en la región oeste de América del Norte, de los 23° a los 60° de Latitud Norte, siendo el registro más sureño en San Luis Potosí, México (Cowan, 1956 citado por Anderson y Wallmo 1984).

Factores limitantes y aspectos conductuales 

Ambas especies de venado son oportunistas concentradores en sus hábitos alimentarios, muy similares. Una hembra de 65 kg consume 20 g de materia seca por kg de peso en invierno, incrementándose en verano a 25 g/kg/día de materia seca. Las hembras de bura permanecen con o cerca de la madre en grupos emparentados, mientras que los machos se dispersan fuera de los ámbitos hogareños de la madre (Geist, 1998).
El venado requiere de sitios con características específicas para rumiar, descansar, proteger a sus crías, y protegerse de condiciones climáticas hostiles como estrategia para conservar la energía (Lang y Gates 1985, Huegel et al. 1986, Ockenfels y Brooks 1994), lo que les permite minimizar la absorción de calor por radiación solar y la pérdida de agua por evapotranspiración en zonas áridas, donde las altas temperaturas y la baja disponibilidad de agua afectan a las poblaciones (Lang y Gates 1985, Huegel et al. 1986, Olson 1992, Pollock et al. 1994, citado por Gallina, 2011, citado por Gallina, 2011).
En lugar de utilizar el galope veloz, da grandes saltos o brincos, que también le dan velocidad de escape, lo que le permite ascender rápido por sitios de elevada pendiente, lo que es un gran obstáculo para cualquier depredador. Puede cambiar de dirección y trayectoria de manera impredecible e instantánea. Tiene grandes ventajas en terrenos quebrados, montañosos o en vegetación arbustiva densa (Geist 1998). A diferencia del cola blanca, el bura puede permanecer inmóvil aun cuando es detectado, se mueve sigilosamente y se detiene a menudo para observar al depredador. Sus grandes orejas son adaptaciones para detectar e identificar el peligro a grandes distancias. Como ya se mencionó este cérvido sí ataca al depredador cuando lo tiene cerca, en lugar de huir (Gallina, 2011).
La cacería furtiva, es decir, la cacería que se hace sin permiso de la autoridad y sin respeto a las vedas, está muy extendida en el estado. Los cazadores de este tipo van principalmente por venado cola blanca (O. virginianus), buro o venado bura (O. hemionus) y cochi jabalí (Tayassu tajacu), ya que estas especies han sido parte de la dieta tradicional. En algunos lugares estas especies han sido extirpadas completamente por el mayor número de personas que tiene acceso a armas para cazar, aunado al hecho de que la cacería es un deporte tradicional del estado que usualmente se realiza con rifles calibre 22. También existe la cacería legal, la cual es un gran negocio en el estado y se realiza en ranchos cinegéticos adecuados para esta actividad, pero estos tienen serias faltas de rigor científico en los requerimientos de planeación y monitoreo del manejo de las especies objeto de la cacería, lo cual ha conducido a consecuencias involuntarias pero indeseables para la fauna silvestre en general (Sisk, et al., 2007, citado por UNAM, CONABIO, 2010).
En Arizona han encontrado que durante el verano las hembras comúnmente tienen áreas de actividad más pequeñas (Fox y Krausman 1994, Krausman y Etchberger 1995 citados por Gallina 2011). Seleccionan sitios con vegetación que les provee buena cobertura térmica para minimizar el estrés térmico y proteger a sus crías. Según Leopold y Krausman (1991) el agua es un factor limitante que influye en los movimientos del bura, por lo que la cantidad y distribución de las fuentes de agua afectan la distribución del bura en ambientes áridos. En el suroeste de EEUU el venado bura se encuentra donde tiene agua dentro de un radio de 2.6 km (Hanson y McCulloch 1955, Swank 1958, Boroski y Mossman 1996 citados por Gallina, 2011).
La contaminación de los torrentes por aguas urbanas, suburbanas y de desperdicio de granjas y áreas de cultivo también son factores de amenaza para los mamíferos terrestres, debido a la gran cantidad de contaminación que se vierte en las aguas residuales, las cuales, salvo en contadas ocasiones, reciben un mínimo tratamiento (UNAM, CONABIO, 2010).
El clima de la región varía desde el libre o casi libre de heladas al tropical seco y templado, del húmedo en los cañones y en lo alto de las montañas al seco y extremadamente árido en el desierto. Al este y en las elevaciones altas de Sonora predominan las condiciones semiáridas, pero la aridez se incrementa gradualmente hacia el norte y oeste (UNAM, CONABIO, 2010).
En general, la precipitación total anual aumenta con la elevación, pero disminuye de sur a norte y de este a oeste. En los sitios de menor precipitación las lluvias son más esporádicas e impredecibles. Este último rasgo es, en muchos sentidos, de mayor significado biológico que la cantidad promedio anual de precipitación (Ezcurra y Rodrígues, 1986). En general se puede decir que la distribución de los tipos de vegetación y la riqueza y abundancia de los recursos naturales de Sonora es paralela a estos gradientes (figura 2), aunque variaciones
acentuadas en las características del suelo pueden causar desviaciones del patrón general (Goldberg, 1982; Búrquez et al., 1992 y 1999; Felger et al., 2001; Búrquez y Martínez-Yrízar, 2006, citados por UNAM, CONABIO, 2010).
No sorprende que en esta región de extremos se presente una gran variedad de ambientes, formas de vida y riqueza de especies que han llamado la atención de estudios botánicos por muchos años (Cartron et al., 2005; Felger et al., 2007a y 2007b, citados por UNAM, CONABIO, 2010).
Según el estudio de Alcalá (2005) el tamaño del área de actividad de los venados bura son mayores en ambientes más áridos del Oeste de Sonora (27.3 km2) que en la zona central del Estado (14.5 km2). La cobertura térmica, la del suelo y el porcentaje de gravilla en el suelo fueron las variables que distinguieron los sitios seleccionados por el bura del desierto. Seleccionó vegetación xerófita-riparia y sitios cercanos al agua. Las fuentes de agua influyeron en que el bura se quedara en áreas de pasto buffel a pesar de no tener cobertura y forraje de arbustos y árboles. Alcalá (2005) identificó 96 especies de plantas como parte de su dieta, 69 de las cuales no se habían registrado como alimento de este herbívoro ramoneador. Compartieron 45 especies con el ganado bovino, sin embargo, sólo hubo sobreposición de dietas en primavera (Citas de Gallina, 2011).

Época de celo y cuidado maternal

Entre las crías el pelaje moteado desaparece a los 83-87 días y se vuelve grisáceo. Las hembras conciben durante su segundo año de vida y rara vez en el primero (Gallina, 2011). El pico de reproducción ocurre de finales de noviembre hacia mediados de diciembre (Anderson y Wallmo 1984 citados por Gallina, 2011) y la duración de la gestación va de 200 a 208 días.  El pico de nacimientos ocurre entonces entre mediados de junio y principios de julio, pesando al nacer entre 2.7 y 4 kg. El promedio de nacimientos por hembra es de 1.14 a 1.85, dependiendo de la calidad de su nutrición (Gallina, 2011).

Según Geist (1981) el bura es polígamo, donde el macho dominante sigue a las hembras en esto y es el que copula desplazando a otros machos. El sistema social consiste de clanes de hembras relacionadas por descendencia materna que son defensoras facultativas de recursos. El tamaño promedio de su ámbito hogareño para O. h. hemionus es de 284 ha, siendo mayor en machos que en hembras (Gallina, 2011).

Lecciones aprendidas

Se logró completar una investigación bibliográfica estructurada a cerca de la especie Odocoileus hemionus haciendo hincapié sobre el comportamiento de estos animales influenciados por condiciones de territorio, alimentación, climáticas entre otras.
Pudo aprenderse el uso de los formatos para las citas y referencias para bibliografía APA.
Cada dato proporcionado en el presente trabajo fue referenciado mediante trabajos de investigación y datos bibliográficos, de esta manera pudo obtenerse información nueva y desconocida a cerca de O. hemionus para la asimilación académicamente con fines de aprendizaje.

Conclusiones y recomendaciones

La presente revisión bibliográfica hace referencia a las características físicas y etológicas de Odocoileus hemionus, comparando y diferenciándolo con las especies más cercanas a él. La revisión otorgo información nueva y relevante que proviene de investigaciones publicadas tanto recientemente como décadas atrás.
La relación climática que se encontró con O. hemionus fue que el clima de un área determinada da origen a un ambiente especifico, la cual da principio a un tipo específico de vegetación. Si este ecosistema no es apto para este tipo de animales, ellos no podrán sobrevivir a las condiciones de este sitio.
A pesar de que sonora es un lugar con cambios drásticos en clima, la vegetación, el terreno y las condiciones de agua, son aptas para que esta especie se localice en esta zona.
O. hemionus alcanza mayor actividad en época de invierno cuando el apareamiento está a su máxima expresión. Las condiciones climáticas con temperaturas bajas dan pauta a estas actividades reproductivas.

Bibliografía

ANDERSON, A. E. (1984). Odocoileus hemionus. Mammalian species.
Ezcurra E., V. R. (1986). Rainfall Patterns in the Gran Desierto, Sonora, México. Journal of Arid Environments, 13-28.
Gallina, S. (2011). EL VENADO BURA DEL DESIERTO CHIHUAHUENSE. 6° Simposio sobre Fauna Cinegética de México.
Geist, V. (1998). Ciervos del Mundo: Su Evolución, comportamiento y Ecologia. Libros de Stackpule ISBN.
Heffelfinger, J. (2011). Colas de un Lado Oscuro: La verdad sobre los hibridos de venados cola blanca-mula.
Leopold, S. (1965). Fauna Silvestre de México. México, D. F.: Instituto Mexicano de Recursos Renobables .
Rafinesque. (1817). Named the mule deer, Cervus hemionus (Odocoileus hemionus), and the long tailed deer (Kansas white tailed deer), Cervus macrourus). Le Raye journal.
Sánchez Rojas y Gallina, G. S. (2011). La metapoblacion del venado bura en la reserva de la biosfera mapimi, méxico: consideraciones para su consrvación. Cuadernos de Biodiversidad.
Tapia, A. (2006 enero). El venado bura que persiste. México: Porrua.
Tessaro, S. G. (Abril 2011). EL VENADO BURA DEL DESIERTO CHIHUAHUENSE. 6° Simposio sobre Fauna Cinegética de México (FMVZ-BUAP), 72-84.
UNAM, C. (2010). DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE SONORA. México: FRANCISCO E. MOLINA FREANER Y THOMAS R. VAN DEVENDER.


NOTA: Este trabajo fue realizado con base a citas por Toscano Meléndrez René Jesús  para un trabajo final de semestre de la materia de Climatología, en la carrera de Lic. en Ecología.