Introducción
Los venados son
criaturas del nuevo mundo. Pertenecen al género Odocoileus, y reconocemos a dos especies: el venado bura, Odocoileus hemionus, y el venado cola
blanca, Odocoileus virginianus (Tapia,
2006).
El origen de su nombre
viene precisamente de sus orejas, que al ser casi idénticas a las de la mula,
le dieron en ingles el nombre mule deer,
o venado mula, venado orejas de mula (Tapia, 2006). La subespecie que habita en
el desierto, Arizona-Sonora, también se le conoce como venado burro (Tapia,
2006). Originalmente, el venado bura vivía en todo casi todo el territorio de
baja california. La destrucción de su hábitat por asentamientos humanos, cría
de ganado y agricultura, aunados a estrategias de aprovechamiento
insostenibles, lo desparecieron en todos los valles que colonizan el hombre
moderno (Tapia, 2006).
El venado bura se
distingue del cola blanca por tener astas en horquetas, grandes orejas
semejantes a las de una mula, cola cilíndricamente blanca con la punta negra y
una frente de pelo café muy oscuro (Tapia, 2006).
El bura, como
acostumbramos abreviarse, es criatura tímida, nerviosa, escurridiza. Las balas
de los cazadores legales e ilegales los han hecho así (Tapia, 2006). La
presencia de la ganadería ya causa sus efectos; sin pasto, el suelo se erosiona
con lluvia y viento, degradado el ambiente. Además, que la presencia de
vaqueros, tradicionalmente armados con un .22 o 30-30 en la silla, es perenne
amenaza para todos los seres vivos (Tapia, 2006).
El
venado bura (Odocoileus hemionus) es una de las dos especies del género Odocoileus
que se reconocen en la actualidad, la otra es el venado cola blanca (O.
virginianus). La especie se caracteriza por presentar un tamaño de
cuerpo entre 1300 y 2600 mm de longitud total, una cola entre 115 y 190 mm un
peso de los machos de entre 64 y 114 kg y de las hembras entre 45 y 75 kg
(Leopold, 1965).
Presenta una coloración
café rojizo o amarillo leonado en verano o café obscuro o gris tostado en
invierno. La coloración café se extiende a la cara cerca de los ojos en la
parte delantera y a los lados de la nariz, el resto de la cara blanco o gris.
Las astas tienen un tronco principal y las puntas son dicotómicas y del mismo
tamaño. La cola es café con blanco a negro por arriba y la punta negra. Las
orejas con bordes obscuros y blanco en el interior 2/3 de la longitud de la
cabeza. Con fosa lacrimal profunda y glándula metatarsal mayor de 25 mm. Pueden
pesar entre 70 y 150 kg (Gallina, 2011).
En
los machos se presentan astas con protuberancia sub-basal corta, el tronco
principal se corta hacia arriba y afuera, y las puntas son dicotómicas del
mismo tamaño; la cola tiene la punta negra y con tonos que van de blanco al
negro en la parte dorsal; las orejas presentan en ambos sexos bordes obscuros y
miden 2/3 de la longitud de la cabeza; y presenta un escudo anal de color
blanco en los cuartos traseros (Anderson & Wallmo, 1984).
Por
lo que respecta al potencial económico del venado bura, al ser una especie
sujeta a aprovechamiento cinegético, potencialmente es alto, y en algunos
lugares como Sonora representa una de las especies con más individuos
capturados. Dentro de las áreas naturales protegidas no es posible llevar a
cabo esta actividad en las zonas núcleo, pero sí en las zonas de influencia y
de amortiguamiento de la misma, siempre y cuando se cumplan con los requisitos
que la legislación ambiental imponga (G.
Sánchez Rojas y S. Gallina, 2011).
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Tomada por Loremy García |
Taxonomía y generalidades de posible
hibridación
Reino
|
Animalia
|
Phylum
|
Chordata
|
Clase
|
Mamalia
|
Orden
|
Artiodactiyla
|
Familia
|
Cervidae
|
Genero
|
Odocoileus
|
Especie
|
O. hemionus
|
(Rafinesque,
1817).
El ciervo mula
evolucionó aparentemente a partir del ciervo cola negra. A pesar de esto el ADN
del venado cola blanca y el ciervo mula son similares, pero difieren del venado
cola negra (O. hemionus) (Geist,
1998). Esto puede ser resultado de la introgresión, aunque los híbridos entre
el venado bura y el venado cola blanca son raros en la naturaleza
(aparentemente más comunes a nivel local al oeste de Texas), y la tasa de
supervivencia de los híbridos es baja incluso en cautiverios (Heffelfinger,
2011, Geist, 1998).
Centro de origen y distribución
Está la siguiente
hipótesis: el bura proviene del venado cola blanca en dos ocasiones: en el
Pleistoceno temprano ramificándose del primitivo cola blanca y desarrollándose
como el venado cola negra del Oeste y en la segunda ocasión del
Post-Pleistoceno, por la fusión de machos cola negra con hembras cola blanca
hace 11,000 a 9,000 años. De esta manera se multiplicó, radió y se hibridizó.
El bura, como nueva forma, se adaptó a climas más extremos, paisajes abiertos,
divergiendo en señales etológicas y estructuras ornamentales para atraer a la
pareja. La hibridación entre machos cola blanca y hembras de bura ha ocurrido,
permitiendo en pocos casos una introgresión de genes de una especie en otra.
Los híbridos tienen comportamiento antidepredador no funcional, por lo que son
removidos por los depredadores. Sus grandes orejas son adaptaciones para
detectar e identificar el peligro a grandes distancias. Otra diferencia es que
el bura sí ataca al depredador en lugar de huir cuando lo tiene cerca (Geist
1998).
Llama
la atención la gran cantidad de especies exóticas introducidas con fines
cinegéticos y de ornato. Algunas de éstas es posible que ya no existan en
Sonora, toda vez que su desaparición no es reportada a la autoridad
correspondiente por tener la posibilidad de adquirir o capturar a nuevos
ejemplares y sustituir a los animales muertos sin dar aviso, lo que se
considera una mala práctica de manejo (UNAM, CONABIO, 2010).

El
venado bura se distribuye en la región oeste de América del Norte, de los 23° a
los 60° de Latitud Norte, siendo el registro más sureño en San Luis Potosí,
México (Cowan, 1956 citado por Anderson y Wallmo 1984, citado por Gallina, 2011).
El venado bura se
distribuye en la región oeste de América del Norte, de los 23° a los 60° de
Latitud Norte, siendo el registro más sureño en San Luis Potosí, México (Cowan,
1956 citado por Anderson y Wallmo 1984).
Factores limitantes y aspectos
conductuales

El venado requiere de
sitios con características específicas para rumiar, descansar, proteger a sus
crías, y protegerse de condiciones climáticas hostiles como estrategia para
conservar la energía (Lang y Gates 1985, Huegel et al. 1986, Ockenfels y
Brooks 1994), lo que les permite minimizar la absorción de calor por radiación
solar y la pérdida de agua por evapotranspiración en zonas áridas, donde las
altas temperaturas y la baja disponibilidad de agua afectan a las poblaciones
(Lang y Gates 1985, Huegel et al. 1986, Olson 1992, Pollock et al.
1994, citado por Gallina, 2011, citado por Gallina, 2011).
En lugar de utilizar el
galope veloz, da grandes saltos o brincos, que también le dan velocidad de
escape, lo que le permite ascender rápido por sitios de elevada pendiente, lo
que es un gran obstáculo para cualquier depredador. Puede cambiar de dirección
y trayectoria de manera impredecible e instantánea. Tiene grandes ventajas en
terrenos quebrados, montañosos o en vegetación arbustiva densa (Geist 1998). A
diferencia del cola blanca, el bura puede permanecer inmóvil aun cuando es
detectado, se mueve sigilosamente y se detiene a menudo para observar al
depredador. Sus grandes orejas son adaptaciones para detectar e identificar el
peligro a grandes distancias. Como ya se mencionó este cérvido sí ataca al
depredador cuando lo tiene cerca, en lugar de huir (Gallina, 2011).
La
cacería furtiva, es decir, la cacería que se hace sin permiso de la autoridad y
sin respeto a las vedas, está muy extendida en el estado. Los cazadores de este
tipo van principalmente por venado cola blanca (O. virginianus), buro o
venado bura (O. hemionus) y cochi jabalí (Tayassu tajacu),
ya que estas especies han sido parte de la dieta tradicional. En algunos
lugares estas especies han sido extirpadas completamente por el mayor número de
personas que tiene acceso a armas para cazar, aunado al hecho de que la cacería
es un deporte tradicional del estado que usualmente se realiza con rifles
calibre 22. También existe la cacería legal, la cual es un gran negocio en el
estado y se realiza en ranchos cinegéticos adecuados para esta actividad, pero
estos tienen serias faltas de rigor científico en los requerimientos de
planeación y monitoreo del manejo de las especies objeto de la cacería, lo cual
ha conducido a consecuencias involuntarias pero indeseables para la fauna
silvestre en general (Sisk, et al., 2007, citado por UNAM, CONABIO,
2010).
En Arizona han
encontrado que durante el verano las hembras comúnmente tienen áreas de
actividad más pequeñas (Fox y Krausman 1994, Krausman y Etchberger 1995 citados
por Gallina 2011). Seleccionan sitios con vegetación que les provee buena
cobertura térmica para minimizar el estrés térmico y proteger a sus crías.
Según Leopold y Krausman (1991) el agua es un factor limitante que influye en
los movimientos del bura, por lo que la cantidad y distribución de las fuentes
de agua afectan la distribución del bura en ambientes áridos. En el suroeste de
EEUU el venado bura se encuentra donde tiene agua dentro de un radio de 2.6 km
(Hanson y McCulloch 1955, Swank 1958, Boroski y Mossman 1996 citados por
Gallina, 2011).
La
contaminación de los torrentes por aguas urbanas, suburbanas y de desperdicio
de granjas y áreas de cultivo también son factores de amenaza para los
mamíferos terrestres, debido a la gran cantidad de contaminación que se vierte
en las aguas residuales, las cuales, salvo en contadas ocasiones, reciben un
mínimo tratamiento (UNAM, CONABIO, 2010).
El
clima de la región varía desde el libre o casi libre de heladas al tropical
seco y templado, del húmedo en los cañones y en lo alto de las montañas al seco
y extremadamente árido en el desierto. Al este y en las elevaciones altas de
Sonora predominan las condiciones semiáridas, pero la aridez se incrementa
gradualmente hacia el norte y oeste (UNAM, CONABIO, 2010).

acentuadas
en las características del suelo pueden causar desviaciones del patrón general
(Goldberg, 1982; Búrquez et al., 1992 y 1999; Felger et al.,
2001; Búrquez y Martínez-Yrízar, 2006, citados por UNAM, CONABIO, 2010).
No sorprende que en esta región de extremos se
presente una gran variedad de ambientes, formas de vida y riqueza de especies
que han llamado la atención de estudios botánicos por muchos años (Cartron et al., 2005; Felger et al., 2007a y 2007b, citados
por UNAM, CONABIO, 2010).
Según el estudio
de Alcalá (2005) el tamaño del área de actividad de los venados bura son
mayores en ambientes más áridos del Oeste de Sonora (27.3 km2) que en la zona
central del Estado (14.5 km2). La cobertura térmica, la del suelo y el
porcentaje de gravilla en el suelo fueron las variables que distinguieron los
sitios seleccionados por el bura del desierto. Seleccionó vegetación
xerófita-riparia y sitios cercanos al agua. Las fuentes de agua influyeron en
que el bura se quedara en áreas de pasto buffel a pesar de no tener cobertura y
forraje de arbustos y árboles. Alcalá (2005) identificó 96 especies de plantas
como parte de su dieta, 69 de las cuales no se habían registrado como alimento
de este herbívoro ramoneador. Compartieron 45 especies con el ganado bovino,
sin embargo, sólo hubo sobreposición de dietas en primavera (Citas de Gallina,
2011).
Época de celo y cuidado maternal
Entre
las crías el pelaje moteado desaparece a los 83-87 días y se vuelve grisáceo.
Las hembras conciben durante su segundo año de vida y rara vez en el primero
(Gallina, 2011). El pico de reproducción ocurre de finales de noviembre hacia
mediados de diciembre (Anderson y Wallmo 1984 citados por Gallina, 2011) y la
duración de la gestación va de 200 a 208 días. El pico de nacimientos ocurre entonces entre
mediados de junio y principios de julio, pesando al nacer entre 2.7 y 4 kg. El
promedio de nacimientos por hembra es de 1.14 a 1.85, dependiendo de la calidad
de su nutrición (Gallina, 2011).
Según Geist (1981) el
bura es polígamo, donde el macho dominante sigue a las hembras en esto y es el
que copula desplazando a otros machos. El sistema social consiste de clanes de
hembras relacionadas por descendencia materna que son defensoras facultativas
de recursos. El tamaño promedio de su ámbito hogareño para O. h. hemionus es
de 284 ha, siendo mayor en machos que en hembras (Gallina, 2011).
Lecciones aprendidas
Se logró completar una
investigación bibliográfica estructurada a cerca de la especie Odocoileus hemionus haciendo hincapié
sobre el comportamiento de estos animales influenciados por condiciones de
territorio, alimentación, climáticas entre otras.
Pudo aprenderse el uso
de los formatos para las citas y referencias para bibliografía APA.
Cada dato proporcionado
en el presente trabajo fue referenciado mediante trabajos de investigación y
datos bibliográficos, de esta manera pudo obtenerse información nueva y
desconocida a cerca de O. hemionus
para la asimilación académicamente con fines de aprendizaje.
Conclusiones y recomendaciones
La presente revisión
bibliográfica hace referencia a las características físicas y etológicas de Odocoileus hemionus, comparando y
diferenciándolo con las especies más cercanas a él. La revisión otorgo información
nueva y relevante que proviene de investigaciones publicadas tanto
recientemente como décadas atrás.
La relación climática
que se encontró con O. hemionus fue
que el clima de un área determinada da origen a un ambiente especifico, la cual
da principio a un tipo específico de vegetación. Si este ecosistema no es apto
para este tipo de animales, ellos no podrán sobrevivir a las condiciones de
este sitio.
A pesar de que sonora
es un lugar con cambios drásticos en clima, la vegetación, el terreno y las
condiciones de agua, son aptas para que esta especie se localice en esta zona.
O.
hemionus alcanza mayor actividad en época de invierno cuando
el apareamiento está a su máxima expresión. Las condiciones climáticas con
temperaturas bajas dan pauta a estas actividades reproductivas.
ANDERSON,
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Ezcurra E., V. R.
(1986). Rainfall Patterns in the Gran Desierto, Sonora, México. Journal of
Arid Environments, 13-28.
Gallina, S. (2011). EL
VENADO BURA DEL DESIERTO CHIHUAHUENSE. 6° Simposio sobre Fauna Cinegética
de México.
Geist, V. (1998).
Ciervos del Mundo: Su Evolución, comportamiento y Ecologia. Libros de
Stackpule ISBN.
Heffelfinger, J.
(2011). Colas de un Lado Oscuro: La verdad sobre los hibridos de venados
cola blanca-mula.
Leopold, S. (1965). Fauna
Silvestre de México. México, D. F.: Instituto Mexicano de Recursos
Renobables .
Rafinesque.
(1817). Named the mule deer, Cervus hemionus (Odocoileus hemionus), and the
long tailed deer (Kansas white tailed deer), Cervus macrourus). Le Raye journal.
Sánchez Rojas y
Gallina, G. S. (2011). La metapoblacion del venado bura en la reserva de la
biosfera mapimi, méxico: consideraciones para su consrvación. Cuadernos de
Biodiversidad.
Tapia, A. (2006 enero).
El venado bura que persiste. México: Porrua.
Tessaro, S. G. (Abril
2011). EL VENADO BURA DEL DESIERTO CHIHUAHUENSE. 6° Simposio sobre Fauna
Cinegética de México (FMVZ-BUAP), 72-84.
UNAM, C. (2010). DIVERSIDAD
BIOLÓGICA DE SONORA. México: FRANCISCO E. MOLINA FREANER Y THOMAS R. VAN
DEVENDER.
NOTA: Este trabajo fue realizado con base a citas por Toscano Meléndrez René
Jesús para un trabajo final de semestre de la materia de Climatología, en la carrera de Lic. en Ecología.
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